
Por Espejodevanidad
El escritor estadounidense Raymond Chandler definió este género como la novela profesional del crimen. Sus inicios en Estados Unidos se remontan a los años 20 y 30, siendo sus precursores, el propio Raymond Chandler y Dashiell Hammett. Fue este último el que cambiaría los contenidos del género de las historias de detectives, mostrando la corrupción moral y política en que vivía su país, retratando mejor que nadie el estrato social donde más se generaba el crimen, los bajos fondos. Las páginas de Black Mask, revista que contribuyó a desarrollar esta nueva literatura policíaca, más apegada a la realidad de aquellos años, fue testigo de los andanzas literarias de estos dos maestros, y de otros muchos como Erle Stanley Gardner, William Brandon o Carroll John Daly. Este nuevo estilo de historias de detectives americana liderada por Black Mask gustó, y se extendió a otras revistas como Detective Fiction Weekly y Detective Story. A pesar de la competencia, Black Mask siguió siendo la número uno, convirtiéndose en la publicación más importante del género negro.
El éxito de la novela negra se extendió y traspasó fronteras. En 1945 y en Francia, Marcel Duhamel lanzó al mercado la colección Serie Noire que se convirtió, casi inmediatamente, en todo un referente del género en Europa y en el mundo. La novela negra es un género que se nutre de la realidad más violenta, y siendo éste uno de sus ingredientes principales no era de extrañar que su continuidad estuviera asegurada. Sin embargo, en España, el paisaje ideológico en el que está inmerso el país en ese momento no permite que este tipo de literatura se desarrolle hasta bien entrada la década de los setenta.
El éxito de la novela negra se extendió y traspasó fronteras. En 1945 y en Francia, Marcel Duhamel lanzó al mercado la colección Serie Noire que se convirtió, casi inmediatamente, en todo un referente del género en Europa y en el mundo. La novela negra es un género que se nutre de la realidad más violenta, y siendo éste uno de sus ingredientes principales no era de extrañar que su continuidad estuviera asegurada. Sin embargo, en España, el paisaje ideológico en el que está inmerso el país en ese momento no permite que este tipo de literatura se desarrolle hasta bien entrada la década de los setenta.
PRIMEROS PASOS
La novela picaresca retrataba la situación social en los años de transición entre el Renacimiento y el Barroco durante el llamado Siglo de Oro español. El autor de este tipo de novela criticaba los estamentos sociales dominantes, ofreciendo una visión realista del mundo, lo que ha llevado a algunos entendidos a opinar que estos dos géneros están muy próximos entre sí, y a considerar las novelas “El Lazarillo” y ‘Rinconette y Cortadillo’ como precursoras del género negro en nuestro país. Igualmente, algunos de los mejores relatos de Doña Emilia Pardo Bazán, como los titulados “La cana” o “La gota de sangre” han sido incluidos dentro del género. Sin embargo, no es hasta la década de los 70 cuando se habla de novela negra española. Ya 1965, Francisco García Pavón creó un personaje de gran resonancia popular: Plinio, el jefe la Guardia Municipal de Tomelloso. Las novelas de este singular investigador testimonian el curso histórico y las costumbres de nuestro país en los años sesenta y setenta.
Manuel Vázquez Montalbán abre la nómina de escritores adscritos al género gracias al éxito que cosecha la serie Carvalho iniciada en 1972 con la publicación: ‘Yo maté a Kennedy’. En estos años, la editorial Círculo del Crimen saca una colección de novela policíaca exclusivamente escrita por españoles, donde empezarían a publicar lo que luego sería el boom de los 80: Martínez Laínez, Julián Ibáñez, Lourdes Ortiz y Andreu Martín.
Manuel Vázquez Montalbán abre la nómina de escritores adscritos al género gracias al éxito que cosecha la serie Carvalho iniciada en 1972 con la publicación: ‘Yo maté a Kennedy’. En estos años, la editorial Círculo del Crimen saca una colección de novela policíaca exclusivamente escrita por españoles, donde empezarían a publicar lo que luego sería el boom de los 80: Martínez Laínez, Julián Ibáñez, Lourdes Ortiz y Andreu Martín.
PANORAMA ACTUAL
En España la novela negra ha sido, y es, considerada un subgénero de la literatura. Despreciada intelectual e institucionalmente hoy en día se considera un género minoritario, que a pesar de todo goza de buena salud gracias a su pequeña legión de fieles seguidores. Nuevos talentos reemplazan a la vieja guardia con nuevos bríos, algo necesario para renovar un género cuyo mayor peligro es aburrir al lector a base de repetir una y otra vez los mismos clichés.
Suso de Toro (Hombre sin nombre), Alicia Giménez Barlett (Nido vacío), Lorenzo Silva (El alquimista impacient), Rafael Reig (Sangre a borbotones) David Torres (El gran silencio), Eugenio Fuentes (Las manos del pianista) o Juan Aparicio Belmonte (Mala suerte) son las nuevas voces de panorama actual
Suso de Toro (Hombre sin nombre), Alicia Giménez Barlett (Nido vacío), Lorenzo Silva (El alquimista impacient), Rafael Reig (Sangre a borbotones) David Torres (El gran silencio), Eugenio Fuentes (Las manos del pianista) o Juan Aparicio Belmonte (Mala suerte) son las nuevas voces de panorama actual
LOS MÁS VALORADOS
Francisco González Ledesma (Silver Kane). Barcelonés, escritor y periodista se especializó en el género policiaco. Junto a Manuel Vázquez Montalbán es considerado como uno de los principales impulsores de la novela negra de corte social en España. En 1984 recibió el Premio Planeta por Crónica sentimental en rojo lo que le supuso notable popularidad.
Juan Madrid. Malagueño, escritor, periodista y guionista de cine y TV. Licenciado en Historia Contemporánea por la Universidad de Salamanca. Ha publicado cuarenta libros entre novelas, recopilaciones de cuentos y novelas juveniles. Es considerado uno de los máximos exponentes de la nueva novela negra o urbana europea. Su obra ha sido traducida a dieciséis lenguas. Algunos de sus títulos se han llevado al cine como Días Contados (dirigido por Imanol Uribe) o Tánger (realizada por él mismo). Ha realizado guiones para la televisión como Brigada Central (publicados posteriormente como una serie de novelas). Es uno de los escritores de novela negra más considerado por la crítica.
Manuel Vázquez Montalbán (Barcelona, España; 27 de julio de 1939 - Bangkok, Tailandia; 18 de octubre de 2003). Persona casi inabarcable, se definió a sí mismo como: "periodista, novelista, poeta, ensayista, antólogo, prologuista, humorista, crítico, gastrónomo, culé y prolífico en general" y en todos esos campos destacó. Estudió Filosofía y Letras en la Universidad Autónoma de Barcelona. Los mismos rasgos de su poesía aparecen en la novelística de Vázquez Montalbán. En ella, además de la serie que tiene a Carvalho como protagonista, destacan Galíndez (1991), ganadora del Premio Nacional de Narrativa; El estrangulador (1994) y Erec y Enide (2002).
Juan Madrid. Malagueño, escritor, periodista y guionista de cine y TV. Licenciado en Historia Contemporánea por la Universidad de Salamanca. Ha publicado cuarenta libros entre novelas, recopilaciones de cuentos y novelas juveniles. Es considerado uno de los máximos exponentes de la nueva novela negra o urbana europea. Su obra ha sido traducida a dieciséis lenguas. Algunos de sus títulos se han llevado al cine como Días Contados (dirigido por Imanol Uribe) o Tánger (realizada por él mismo). Ha realizado guiones para la televisión como Brigada Central (publicados posteriormente como una serie de novelas). Es uno de los escritores de novela negra más considerado por la crítica.

Eduardo Mendoza. Barcelonés, escritor. En 1975 aparece su primera novela y la que le lanzaría a la fama, La verdad sobre el caso Savolta, en la que se puede observar la capacidad del autor de utilizar hábilmente diferentes discursos y estilos narrativos. La novela es considerada por muchos como la precursora del cambio que daría la sociedad española y, a su vez, también como la primera novela de la transición democrática. Narra con maestría el panorama de las luchas sindicales de principios del siglo XX, mostrando la realidad social, cultural y económica de la Barcelona de la época. Apenas unos meses después de su publicación muere el dictador Francisco Franco y un año más tarde recibe el Premio de la Crítica. Probablemente su novela más aplaudida sea La ciudad de los prodigios (1986), en la que se muestra la evolución social y urbana de Barcelona entre las dos exposiciones universales de 1888 y 1929.
Andreu Martín. Barcelonés, escritor y guionista. Ha consagrado su trayectoria literaria al género policiaco desde los primeros años de la transición hasta hoy. Dentro de sus novelas, violentamente transgresoras, destacan El procedimiento y Bellísimas personas.
Andreu Martín. Barcelonés, escritor y guionista. Ha consagrado su trayectoria literaria al género policiaco desde los primeros años de la transición hasta hoy. Dentro de sus novelas, violentamente transgresoras, destacan El procedimiento y Bellísimas personas.
REALIDAD = FICCIÓN, FICCIÓN = REALIDAD
El género negro es un género vivo. El crimen forma parte de los instintos más básicos del hombre, fomentado por el odio…La ficción se nutre de la realidad y en muchas ocasiones la realidad se nutre de la ficción.
El 11 enero de 2003, María dels Angels Ribot, de 49 años, murió asesinada a martillazos en un aparcamiento. Once días después, el 22 de enero, otra mujer, María Teresa de Diego Rodríguez, de 46 años, fue asesinada de la misma manera en el mismo aparcamiento. Las similitudes y coincidencias entre ambos crímenes sorprendieron a la Policía. Los dos cuerpos presentaban fuertes heridas en la cabeza, que estaban cubiertas por bolsas plásticas. Las víctimas eran mujeres atractivas, de similares edades, parecido físico y que ambas aparcaban sus vehículos en la plaza número 15, aunque de distintas plantas del aparcamiento. En los dos casos, el asesino robó a sus víctimas los bolsos, si bien sólo en el caso de María Angels Ribot utilizó una tarjeta de crédito para extraer 300 euros de un cajero automático de la calle Balmes de Barcelona, donde la imagen del sospechoso fue captada por las cámaras de otra entidad bancaria. Esta grabación era de mala calidad, pero la Policía logró mejorarla con técnicas de post-producción, y comprobó que se trataba de la misma persona captada por la otra cámara (la de la estación), y en la que se aprecia con nitidez la cara del sospechoso, Juan José Pérez Rangel.
Pérez Rangel se ha declarado inocente y ha asegurado que era víctima de un "montaje político". A la pregunta de qué hacía en ese parking, cuando vivía en el barrio de Horta, y por qué hizo anotaciones de personas y vehículos estacionados en este aparcamiento, Pérez Rangel, según las mismas fuentes, ha respondido que era un "aficionado" a la investigación criminal, como un aprendiz de detective, y un "fisgón".
El escritor polaco Kristian Bala ha sido condenado a 25 años de prisión por un tribunal de la ciudad de Wroclaw (oeste de Polonia), por asesinar al amante de su mujer y utilizar el crimen como argumento para escribir una novela. La novela 'Amoku' ('Cólera') fue publicada en 2004 y pronto alcanzó gran popularidad en Polonia, gracias a las precisas descripciones de todo lo que rodea al asesinato cometido por el protagonista, en una trama brillante que ahora se demuestra que está basada en hechos reales.
Kristian Bala se declaró en todo momento inocente, aunque el tribunal encontró claras similitudes entre el crimen narrado en el libro y la brutal muerte en el año 2000 de Dariusz J., quien mantenía un romance con la esposa del escritor. En la novela, como también sucedió en la realidad, los insoportables celos llevan al protagonista a secuestrar al amante de su mujer durante tres días, en los que lo mantiene encerrado en un sótano sin permitirle comer para, finalmente, apuñalarlo y lanzarlo maniatado al río Odra, donde muere ahogado.
El 11 enero de 2003, María dels Angels Ribot, de 49 años, murió asesinada a martillazos en un aparcamiento. Once días después, el 22 de enero, otra mujer, María Teresa de Diego Rodríguez, de 46 años, fue asesinada de la misma manera en el mismo aparcamiento. Las similitudes y coincidencias entre ambos crímenes sorprendieron a la Policía. Los dos cuerpos presentaban fuertes heridas en la cabeza, que estaban cubiertas por bolsas plásticas. Las víctimas eran mujeres atractivas, de similares edades, parecido físico y que ambas aparcaban sus vehículos en la plaza número 15, aunque de distintas plantas del aparcamiento. En los dos casos, el asesino robó a sus víctimas los bolsos, si bien sólo en el caso de María Angels Ribot utilizó una tarjeta de crédito para extraer 300 euros de un cajero automático de la calle Balmes de Barcelona, donde la imagen del sospechoso fue captada por las cámaras de otra entidad bancaria. Esta grabación era de mala calidad, pero la Policía logró mejorarla con técnicas de post-producción, y comprobó que se trataba de la misma persona captada por la otra cámara (la de la estación), y en la que se aprecia con nitidez la cara del sospechoso, Juan José Pérez Rangel.
Pérez Rangel se ha declarado inocente y ha asegurado que era víctima de un "montaje político". A la pregunta de qué hacía en ese parking, cuando vivía en el barrio de Horta, y por qué hizo anotaciones de personas y vehículos estacionados en este aparcamiento, Pérez Rangel, según las mismas fuentes, ha respondido que era un "aficionado" a la investigación criminal, como un aprendiz de detective, y un "fisgón".
El escritor polaco Kristian Bala ha sido condenado a 25 años de prisión por un tribunal de la ciudad de Wroclaw (oeste de Polonia), por asesinar al amante de su mujer y utilizar el crimen como argumento para escribir una novela. La novela 'Amoku' ('Cólera') fue publicada en 2004 y pronto alcanzó gran popularidad en Polonia, gracias a las precisas descripciones de todo lo que rodea al asesinato cometido por el protagonista, en una trama brillante que ahora se demuestra que está basada en hechos reales.
Kristian Bala se declaró en todo momento inocente, aunque el tribunal encontró claras similitudes entre el crimen narrado en el libro y la brutal muerte en el año 2000 de Dariusz J., quien mantenía un romance con la esposa del escritor. En la novela, como también sucedió en la realidad, los insoportables celos llevan al protagonista a secuestrar al amante de su mujer durante tres días, en los que lo mantiene encerrado en un sótano sin permitirle comer para, finalmente, apuñalarlo y lanzarlo maniatado al río Odra, donde muere ahogado.
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